Aurora, contenta tú naces.
Ocaso, en llanto te deshaces.
Cada mañana resurge el sol,
con incansable alegría,
y perenne esperanza.
Cada tarde se hunde el sol
y, llorando de ira,
el horizonte alcanza.
-¿Qué se ve desde el cielo,
que los hombres no vemos?
Dime sol, ¿cuál es tu anhelo,
al recostarte atardeciendo?
-Mi anhelo es alumbrar,
no la injusticia, no la maldad,
sino a los hombres en paz;
no la mentira y sí la Verdad.
Aurora, contenta tú naces.
Ocaso, en llanto te deshaces.
viernes, 31 de julio de 2009
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