¡Ya está la reina con sus grandezas!
-¿Que desea, alteza? -
se le postra, ágilmente, la baronesa.
-Que se plieguen ante mí las altas cumbres.
-Ni plegarlas podemos,
ni apropiado que las derrumben,
los consejeros creemos.
¡Ya está la reina con sus grandezas!
Pues la corona carece de sutilezas.
viernes, 31 de julio de 2009
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