jueves, 30 de julio de 2009
Aforismos (o casi)
1.
Deseaba ser poeta, pero las palabras se le escapaban de entre las manos. En su vida había alcanzado la gracia de la poesía. Un día tropezó con un hombre:
-¿Qué eres? – preguntó.
-Soy poeta – le fue respondido.
-Toda mi vida deseé ser poeta. ¿Cómo podría serlo?
-Tendrás que evolucionar, transformándote en mamífero, luego en mono y, finalmente, en hombre.
Desde aquel día la lagartija nunca más quiso ser poeta. Ahora desea ser comerciante, pues para eso no hace falta evolucionar.
2.
-Véndeme tu alma – dijo el diablo.
-No puedo, soy comerciante.
Ahí está el diablo, otra vez de compras por el mercadillo, otra vez cabizbajo, no quedaban existencias.
3.
-Como comerciante soy el mejor.
-¿Por qué? Tú sólo vendes gafas.
-Sí, pero cobro en especias: Cada par de gafas, un par de ojos. Tengo ya tres tarros llenos.
4.
Amo a mis hijos. Por eso acumulo riquezas. Ellos heredarán y podrán darle a sus hijos lo que yo les he dado a ellos: Criadas para que les atiendan, internados de calidad y güisqui de primera, para que no vayan por ahí buscando drogas baratas.
5.
El gigantesco Titán se levantó una mañana asustado. Un terrible ruido le hacía pensar que, tras tanto tiempo, había llegado el Fin del Mundo. Salió de su cueva y encontró escavadoras, taladradoras, grúas, camiones, obreros, un jefe de obra...
Desde lo más profundo de sus entrañas, bramó con voz de trueno:
-Miles de miles de años he vivido aquí. No permitiré que se turbe mi sueño por el capricho de unos simples mortales.
El jefe de obra llamó a su ayudante con gesto de preocupación:
-Informa a la policía, diles que hay un okupa que se niega a desalojar.
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