I
Y las palabras flotan...
Y las palabras vuelan...
Con el viento, gráciles palabras...
Con el viento, palabras mudas de una hoja de papel.
II
Y entonces, cuando cae la noche,
roto por el trabajo y la tribulación de cada día,
el fatigado poeta se sienta a la mesa, pintaletras en ristre, y escribe versos de amor.
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