Por un momento te tuve en sueños, morena.
Hablamos de tulipanes, amapolas y azucenas.
Hablamos de los pétalos, de los colores.
Nada sé de pétalos, ni tulipanes, ni azucenas.
Me alegrabas la vida riéndote de mis errores
cada vez que confundía colores, pétalos y flores.
El despertador, mañanero, me arrebató del sueño,
mas, querida, no quiero dar tiempo
a los nervios, llantos, penas o lamentos.
Si no hubiera sonado, en el olvido habrías quedado.
Si del sueño arrebatado... si no me hubiera extraído
el sonido de las cinco... yo te hubiera perdido.
jueves, 30 de julio de 2009
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